viernes, 17 de agosto de 2012

Opinión a "Una pareja de Tres (2008)"


Desde que vi esta imagen, he querido ver esta película. Al principio, como la mayoría de gente que vio el trailer por el año 2009, pensaba que iba a ser otra comedia romántica más (y si incluíamos a Jennifer Aniston, que suele hacer el mismo tipo de películas desde que finalizó Friends, la catalogación inicial del film era "Comedia americana típica de las trastadas que hace el perro a sus amos"). Sin embargo, cuando hace dos meses vi la imagen que encabeza esta entrada en el Rincón, he querido ver ésta película.

Bajo el sonido de las leves notas de piano y violines de "Dearly Beloved" (de las BSO de Kingdom Hearts), intento recordar y expresar con palabras lo que he visto hoy; imágenes que aún tengo en la retina humedecida y que se escondían en mi memoria desde aquel asqueroso y odioso 10 de enero del año 2011, en el que me despedí de mi mitad, y de mi mundo entero en aquel momento.

La historia que nos encontramos aquí empieza como la típica película americana: Una pareja (compuesta por Owen Wilson y la mencionada Aniston), se casan y deciden vivir el sueño americano. Como él aún no está preparado para tener hijos, le compra a su mujer un cachorro de Labrador Terrier, Marley, que es la estrella de la película y el que une todas las cosas de ésta.
El primer acto de la película versa sobre las trastadas que hace el incorregible Marley, que come de todo, a todas horas, y es hiperactivo. En esos momentos me recordó mucho a las películas de Beethoven, clásicos del cine familiar en el que aparecen perros como protagonistas.
El segundo acto se desarrolla empieza a cambiar el tono de la película, pasando de la comedia a un drama sencillo y típico americano: el matrimonio tienen un hijo y la vida empieza a complicarse.
Para finalizar, en el tercero, se convierte en un drama soberbio, en el que ocurre lo que vamos intuyendo durante toda la película (el cual no mencionaré, aunque sea demasiado evidente), en el cual, cómo la vida misma nos hemos de despedir de nuevo de aquel gran corazón escondido tras los ojos enormes de aquel ser que entró en nuestras vidas para marcarlas para siempre. Recomiendo, querido lector, que si decides ver "Una pareja de tres" (título para nada acertado a la cinta, cómo suele ocurrir en éste país de pandereta), tengas un buen paquete de pañuelos cerca, porqué solamente que seas un poco sentimental, solamente eso, llorarás a moco tendido (y más si tuviste un amigo como Marley del que te tuviste que despedir).

Hace mucho tiempo que no lloraba tanto con una película, y creo que ésta pasará a estar entre mis favoritas, pese a que no pueda verla más (como me ocurre con "Mi perro Skip"), por propia salud emocional. Sin embargo, el mensaje de la película es claro, conciso, y brillante, haciendo que, por un momento, por un pequeño instante, el alma de tu amigo querido vuelva a posarse sobre ti, convirtiendo a Marley en aquel al que tuviste que perder.


"Un perro no sabría que hacer con un coche de lujo o una casa, o con ropa de diseño. Se conforma con un palo empapado. A un perro no le importa si eres rico o pobre, listo o bobo, inteligente o tonto, si le das tu corazón te entregará el suyo. ¿De cuánta gente podrías decir eso? ¿Cuánta gente puede hacerte sentir excepcional, puro y especial? ¿Cuánta gente puede hacerte sentir extraordinario?" Con esas palabras, extraídas de la propia película, termino, dedicándote esta entrada a ti, mi querido lector, esperando que, si no te importa, la dedique también a mi Marley, mi alma gemela, mi mitad y mi todo. Mi compañero de habitación, mi compañero de cama, mi guía en la sombra, mi amigo…

Te la dedico a ti, Toby, que por un momento, y gracias a ésta película, tu alma ha vuelto a casa para hacerme ver que te añoro más y más cada día que pasa. 

Hasta otra amigos.  



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