Metal Gear V - The Phantom Pain (2015)
Título
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Metal Gear Solid V – The Phantom Pain
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Año
de lanzamiento
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2015
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Sistema
jugado
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Playstation 4
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Desarrollador
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Konami – Kojima Productions
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Distribuidor
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¿??
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Fecha
de finalización
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20/11/2015
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NOTA: ¡La reseña contiene Spoilers del juego!
Trama:
Tras los eventos ocurridos en el
incidente Peace Walker y, por consiguiente, de los hechos acontecidos en Ground
Zeroes, Snake despierta de un coma tras nueve años. Herido, debilitado y sin un
ejército ni milicia capaz de hacer frente a los ideales que han forjado sus
ideas, Snake busca la forma de volver a crear una milicia capaz de hacer frente
a las naciones del mundo, y ser una fuerza para defender al mundo y la libertad
de los soldados. Sin embargo, una nueva amenaza está intentando contrarrestar
sus fuerzas. XOF, un equipo liderado por el soldado Skull Face que, siguiendo
las órdenes de Cypher (Major Zero, a.k.a. Los Patriots), ha creado una nueva
arma capaz de palidecer y tener un alcance destructivo sin igual.
Con una nueva base de operaciones
y un grupo armado nuevo, Diamond Dogs, Snake deberá hacer frente a Skull Face
(quién ha sido su contraparte durante toda la historia, sin él saberlo), y
preparar a Diamond Dogs para lo que está por venir.
Valoración personal:
1.
Argumento:
La historia
completa de Phantom Pain no se puede interpretar solo con el juego. Se debe
haber jugado, como mínimo, a Snake Eater, Phantom Pain y al prólogo, Ground
Zeroes. Desde el principio del juego se ve que algo no está bien, hay algo que
está distinto en Snake, y en los personajes que le rodean. Poco a poco, la
trama se va volviendo más loca (marca de la casa de Kojima), y está repleto de
personajes que serán importantes en el futuro del lore de la saga (por ejemplo,
aparece Eli, el clon de Big Boss y quién se convertirá en Liquid Snake; Kaz Miller,
Ocelot y el tercer hijo “Psycho Mantis”).
El papel que
representa XOF y Skull Face es el de ser la contraparte de Big Boss a lo largo
de toda la saga (hasta ese momento). XOF tenía una operación alternativa a Snake
Eater, y siempre ha ido actuando a la sombra de FOX y Big Boss, hasta que
Cypher quiso destruir la base de operaciones de FOX, Militaires Sans Frontiers
(en Peace Walker).
Uno de los
planes de Skull Face es usar unos parásitos que matan a quién hable un idioma
en concreto, con tal de controlar el mundo.
Toda la trama
está orientada a cerrar Metal Gear y, además, a darnos una de las respuestas
más importantes de la saga. ¿Si Big Boss murió en Metal Gear, cómo pudo volver en
Metal Gear 2: Solid Snake? Pues la respuesta se desvela en la misión número 50.
Venom Snake, el personaje que hemos estado controlando a lo largo del juego no
es Big Boss, sino un médico que perdió su memoria en el accidente de avión de
Ground Zeroes y suplanta a Big Boss como un “fantasma”. De este modo, todo el
mundo cree que Venom Snake es Big Boss, y le teme, mientras que el auténtico
Snake sigue por el mundo, cumpliendo sus designios.
A diferencia
de los otros juegos de la saga, Phantom Pain no tiene una estructura lineal,
sino que va por misiones y, una vez completada la que corresponda, aparecerá la
cinemática, cosa que hace perder detalles y otros aspectos que en juegos anteriores
me fascinaron. Además, si se quiere saber más la historia del juego, se deben
escuchar unas cintas de casette dónde se explica todo. Este detalle no me ha
acabado de gustar.
La trama de
Quiet, una francotiradora que no pronuncia ninguna palabra ha sido, a mi
parecer, lo mejor del juego.
2.
Gráficos:
El motor gráfico
utilizado para este juego, Fox Engine, está creado expresamente para este
juego. La naturaleza está muy bien recreada, así como las armas y ciertos
personajes (cómo Quiet).
3.
Jugabilidad:
EL juego se
compone de misiones dentro de dos escenarios de Mundo Abierto, lo cuál permite
muchas posibilidades jugables. El jugador debe equiparse los objetos que crea
necesarios para la misión y, una vez realizada, salir de la zona de peligro, ya
sea por tierra o en helicóptero. Eso permite infinitas posibilidades de cumplir
los objetivos (y las tareas secundarias que te piden), y de tener un gran abanico
de posibilidades.
Las armas deben
ser creadas, robadas o modificadas para seguir avanzando en el juego. Además,
Snake tendrá a tres compañeros (en realidad son cuatro, pero el Walker Gear ni
lo he usado), que le darán varias opciones disponibles, a saber: D-Horse (ir
más rápido por los escenarios), D-Dog (marca los enemigos, vehículos, etc) y
Quiet (que marca los objetivos y los duerme o ataca, según el equipo que el
jugador le indique al iniciar la misión).
El movimiento se
controla con el joystick izquierdo, la cámara se controla con el derecho y, al
mismo tiempo, se utilizan todos los botones del mando para hacer las acciones.
4.
Música:
Al ser un juego
de misiones y no uno lineal no me ha acabado de fijar muy bien en ello. Sin
embargo, el jugador puede equiparse casetes de música que puede ir escuchando a
medida que va jugando.
5.
Duración:
Dependiendo de
lo que se proponga el jugador podrá ser más bien corta o larga. Las misiones
para ir avanzando en la historia son marcadas en color amarillo por el mismo
juego y, al ir pasándotelas, se van desbloqueando. Eso permite ir a por la
historia rápidamente.
Al haber
misiones, y tareas que hacer en ellas, la duración del juego se incrementa
notablemente. Sin embargo, hay algunas misiones repetidas, con más dificultad
que lo convierten en algo más aburrido, ya que el recorrido es el mismo y, a
pesar de los retos, una vez hecho y completada una misión al completo, al
repetirla con más dificultad ya sabes dónde está todo.
Por tanto, la
duración de Phantom Pain es algo ambivalente según el jugador.
6.
Valoración final:
Metal Gear ha
sido, y es, una de mis sagas de videojuegos favoritas. Sin embargo, con este juego,
me ha venido sin parar una frase a la cabeza: “Cómo videojuego es muy bueno,
como Metal Gear es malo”. La experiencia de jugar a Metal Gear es estar en una
película de espías, con cinemáticas, guiños, risas y emociones que te acompañan
a lo largo del juego y, aquí, no he llegado a empatizar con los personajes (más
que con Quiet) y, además, al revelarse el GRAN secreto del juego, me quedé con
una cara de tonto muy grande. Cierto es que Kojima es muy troll, pero tanto
como para hacer eso, ha sido demasiado.
En definitiva,
como videojuego es muy bueno, como Metal Gear es malo.
7,5 / 10