Tras unos días convulsos en mi vida, y tras un tiempo deseando ver
este experimento cinematográfico, esta noche, por fin, he visionado “Boyhood
(Momentos de una vida)” deseando saciar esa curiosidad que (reconozco) he
tenido durante muchos años al ver una película. Te cuento, querido lector: al
ver una película que sigue el paso del tiempo de sus personajes, siempre pensé
(sobretodo cuando la inocencia infantil no se había diluido por el paso del
tiempo), porqué motivo no se grababa una película en la que los actores fueran
los mismos a lo largo de toda la película, pero que siguiera grabándose con el
paso de los años, como se representa. Por suerte, en esta película han saciado
esa parte de curiosidad infantil de esta afición cinéfila, y he de decir que el
experimento ha sido un éxito (al menos esta parte).
Pero, ¿qué hay de Boyhood para que sea considerada una de las
mejores películas del año, y firme candidata a llevarse el Oscar a mejor
película? Bueno, creo que gran parte de la respuesta pertenece a la curiosidad
de su rodaje. Que sea rodada en 12 años es interesante, y te puede llevar a ver
esta película para ver el resultado. Sin embargo, como película, puede padecer
de ser algo tópica, lenta, y poco interesante para el gran público (aunque
puede que me equivoque, pues mi opinión no es la única del mundo). El gran
acierto de ser rodada en 12 años, le da a la película un ritmo que,
personalmente, me ha llegado a desconcertar en algún momento. Por poner un
ejemplo, me ha recordado, y mucho, a la película “One Day”, dónde veíamos a
Anne Hathaway y Jim Sturgess el mismo día durante veinte años. En esa película,
te llevaba a pensar qué habría pasado durante el resto de días del año, y cómo
habían solucionado los problemas surgidos el día que el público ve en la
pantalla. En “Boyhood” la sensación ha sido la misma. En muchos momentos veía
una situación, esperaba ver como se solucionaba, y de repente había un salto en
el tiempo. Para mí ese punto es algo flojo en conjunto que, sin desmerecer el
resto de la idea, montaje, diseño y planificación, me desconcertado en algún
momento (esto lo comentaré después cuando hable del guión).
La película trata de la vida de Mason (Ellar Coltrane), desde los
seis años hasta que entra en la universidad. Vemos como va cambiando toda su
vida, el paso del tiempo, los primeros amores, las primeras rupturas, momentos
de miedo… en definitiva, vemos la vida misma. Así pues, ¿qué diferencia esta
película de las demás del género? Nada, a excepción del rodaje. Rodar 39 días
en doce años es lo que diferencia Boyhood del resto. Sin embargo, he de decir
que la calidad de las interpretaciones ha sido memorable (cosa que me lleva a
decir que las nominaciones que han recibido por los Oscar han sido muy
merecidas, aunque no creo que los actores se lleven mucho, en mi humilde
opinión).
Resulta curioso ver crecer a Mason con los ojos de una persona
actual, y ver la evolución de nuestra sociedad a lo largo de estos 12 años. Qué
teníamos, qué pensábamos, qué hacíamos en el año 2002, y qué cómo hemos ido
evolucionando con el paso de los años. Buena parte de esa curiosidad recae en
el guión, dónde se ve claramente que se ha ido escribiendo al ritmo que se iba
grabando, cosa que, en parte, agradezco y, a la vez, me hace chirriar el
producto en su conjunto. En general el guión ha estado muy bien (de hecho, gran
parte de la película tenía una sonrisa en mis labios), pero debido a la
peculiaridad del rodaje, esos saltos argumentales se me han hecho muy abruptos.
Por ejemplo, en una escena hay un personaje que está casado, y en el fotograma
siguiente (que ha pasado un año o así), ese personaje se ha divorciado, y no se
nos menciona porqué (aunque nos lo dejan caer demasiado sutilmente). Por ello,
me ha desconcertado mucho en algunos momentos, pues no te daba tiempo a digerir
una escena que, en la siguiente, ya se van a otra cosa.
No esperes encontrar aquí el gran drama de la era del cien,
tampoco esperes encontrar la mejor comedia del mundo. Aquí verás la vida, tal y
como es, sin maquillaje, con la misma persona que va creciendo frente a tus
ojos como lo haría un hijo; pero, por eso, y por la vida de la familia de
Mason, merece la pena ver la película, como mínimo, una vez. Pero que vez más
interesante.
Lo que más me ha gustado:
- · Que hayan respondido, y saciado al mismo tiempo, esa pregunta que me hacía de niño. Sin cambiar a los actores, y verlos envejecer, se hace sentir más real lo que nos cuentan.
- Las interpretaciones de Patricia Arquette y Ethan Hawke son lo que más destaco yo de la película a nivel interpretativo (aunque tampoco hacen, creo yo, el papel más premiado de sus vidas, pero si el que, probablemente, sea el más importante de sus carreras).
- Si el guión se ha escrito al mismo ritmo que se grababa, lo aplaudo, y mucho.
Lo que menos me ha gustado:
- · Los saltos en el tiempo, en los cuales no ves ni el tiempo que ha pasado, ni tampoco que han cambiado de época (lo sabes por el actor que hace de Mason, y poco más).
- · Una vez has asimilado que se ha grabado a lo largo de 12 años, la película se convierte en una película sencilla, y poco más.
- · No hay mucha chicha a nivel argumental, en mi opinión.
- · ¿Dónde está la primera vez de Mason con el sexo? ¿No se trataba de una película en la que vemos crecer a un niño? Creo que ese importante punto en la vida de todo ser humano debería estar en una película de estas características.
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