martes, 5 de agosto de 2014

Opinión: "Victus" (Albert Sánchez Piñol)


        Todos sabemos que hablar de política no es una de las cosas más recomendables del mundo actual. Hay tantas opiniones, tantas ideologías, tantas historias al respecto, que pocas veces acabarás teniendo una conversación tranquila si sale la política por el medio. Más aún, si resides en lo que se conoce como España, y mucho más, si resides en Cataluña (como me ocurre a mi). 
           Puede que influenciado por el ambiente que se respira en la tierra que considero mi casa, me haya llevado a leer este libro, escrito por Albert Sánchez Piñol, en el que se relata la caída de Barcelona a manos de las tropas de la entonces alianza entre Francia y Castilla (España) contra la Gran Alianza (Inglaterra, Austria, Portugal, Saboya) junto con la antigua Corona de Aragón (con sus reinos de Valencia, Aragón, Mallorca y el Condado de Catalunya). A grandes rasgos, la historia nos pone en la piel de Martí Zuvirría, un catalán que, educado en las artes de ingeniero en Francia, vuelve al reino que le vio nacer para ver como todo está patas arriba. El rey Carlos II (el llamado Hechizado), ha muerto sin descendencia en 1700, y con él, los soberanos de las Españas, los Austria, se han extinguido. Por ello, se nombra sucesor a Felipe d'Anjou, el nieto de Luis XIV de Francia, como sucesor al trono español. ¿El problema? Que el resto de superpotencias europeas no quiere volver a tener el mismo problema que tuvieron con el primer Austria que reinó Castilla, Carlos I (o V del Sacro Imperio), así que, con la colaboración de la Corona de Aragón (y todos sus reinos), se nombra al Archiduque Carlos como pretendiente del trono. A grandes rasgos esos son los inicios de la llamada "Guerra de Sucesión", siendo, tal vez, la que sea la primera guerra mundial de la historia, a parte de las que acontecieron en el siglo pasado, a las que conocemos por ese nombre. En este punto, debo destacar el capítulo 10 de la primera parte de la novela, en el cual se nos relata qué motivos llevaron al condado catalán a ponerse en contra de Felipe V, como se fraguaron las alianzas del resto de países desde la muerte de Carlos II hasta más allá de la caída de Barcelona, como se entendía el concepto de España desde las dos partes integradas de ese concepto común (Castilla y la Corona de Aragón). 
             He de decir, querido lector, que aunque yo tenga una opinión al respecto de todo el tema político que mueve los periódicos y las noticias día si y día también, el libro me ha gustado en gran parte. No porqué defienda una idea sobre otra, que no encuentro que sea así (hasta la parte final del libro), sino por como te llega a atrapar desde el principio. La primera parte del libro trata de como el protagonista, Martí Zuvirría, se educa en Francia hasta volver a España. La segunda trata de las batallas por las que tiene que lidiar hasta llegar a la última parte del libro, Victus, en la que se trata de la caída de Barcelona. El libro está escrito en primera persona, y desde el principio vemos que Martí le está dictando a una mujer, Waltraud, todo lo que ella debe escribir (creando así a un personaje al que no oímos hablar, pero que desde el principio nos cae bien), siendo así una gran forma de relatar la historia. Sin embargo, en muchas partes (e incluso capítulos), Martí da saltos en el tiempo, puede que para explicarnos cosas de los personajes de los que habla, sin tener que volver más adelante a ellos, y a mi personalmente no me ha gustado ese tema (sobretodo con personajes que veremos más adelante, como Verdoom, por ejemplo). También, entre sus páginas, encontraremos a personajes que me han caído rematadamente bien, como el coronel Villaroel (nacido catellano), y otros que no les llegas a coger tanta simpatía (como el mismo Verdoom o Rafel de Casanova). 
                Antes de escribir esta modesta opinión, he leído algunas opiniones (o críticas, llámalas como quieras), al respecto, y en muchas destaca que "Victus" es, más bien, una novela anti-histórica, pues muchos hechos son cambiados, modificados e, incluso, el personaje de Martí Zuvirría, es una adaptación apócrifa de otro personaje real, Martí Zubirria, que estuvo en la caída de Barcelona. En algunos puntos si que se ve el cierto grado de simpatía hacía, aquellos que desean, la independencia de Cataluña del resto del estado. Como ya he dicho, yo no voy a meterme en esos lares, querido lector, y sin embargo, he visto en algunos momentos como, pese a intentar quedarse a un lado de todo eso, el autor no ha podido evitar mostrar parte de ese sentimiento en sus páginas. Con lo que yo he aprendido a lo largo de mi etapa lectiva, creo que lo que era en ese momento España se cuenta, muy bien en el ya mencionado capítulo 10 de la primera parte (aunque no lo subrayo punto por punto, sobretodo en lo que a Castilla y sus gentes se refiere). 
                      En definitiva, y sin ser historiador (y ni ganas de serlo), decirte que este libro me ha gustado mucho, me ha atrapado bastante, y que ha sido un placer leer, al menos, el día a día de la caída de Barcelona a través de una persona del pueblo llano, y no de la nobleza, como solemos conocer. 

Lo que más me ha gustado: 
  • La relación de Martí con Walttraud (genial y divertida). 
  • Conocer detalles de ingeniería militar, así como de la Barcelona de hace, justo, 300 años. 
  • Ver que alguien coincide con lo que yo creía que era el Reino de las Españas hasta la llegada de los Borbones al trono. 
  • Lo mucho que me ha gustado su primera parte (que prácticamente solo es una forma de contarnos como llegó el personaje de Martí hasta la Barcelona de 1714, aunque luego esos conocimientos no suela usarlos, a mi modo de ver).

Lo que menos me ha gustado:
  • Los saltos temporales que se relatan en algunos momentos. Está bien si el personaje del que hablan no vuelva a salir en la novela, pero con otros ya te dice (este vuelve, hará esto y después hará eso otro). 
  • En algunos momentos he sentido cierta incomprensión con el personaje de Martí. Me explico: cuando está enamorado en la primera parte si que lo parece, pero en su segunda y tercera parte, no me ha acabado de convencer. Se ventila muy rápido una relación preciosa que va creando con otros personajes.  

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