Sinopsis:
Parker Wilson, un profesor universitario que da clases de música, recoge un día a un perro de origen japonés y raza Akita, al que encuentra abandonado en una estación. Como nadie lo reclama, se lo lleva a su casa. Parker va descubriendo entonces los entrañables lazos que pueden unir a una persona y a un animal. Remake de la película japonesa "Hachiko Monogatari" (1987) dirigida por Seijirô Kôyama y basada en la historia real de un perro tan fiel a su dueño que iba todos los días a esperarlo a la estación. Actualmente, en esa estación, existe una estatua de bronce erigida en su honor.
Mi Opinión:
Finalmente, y tras mucho tiempo, me he decidido a ver ésta película. Por una parte, cuando publiqué "Una pareja de tres", ya sabía que el referente, en cuanto a la historia, era ésta película. Antes de verla, había leído mucho sobre esa criatura japonesa llamada Hachiko, y hoy, finalmente (y tras ver Ice Age 4, la cual no comentaré), ha sido el momento adecuado para adentrarme en ésta historia.
Antes de empezar, querido lector, he de decirte que he visionado el remake americano. Si, ya se que para hacerlo bien tenía que haber visto la original Japonesa, que nos cuentan la verdadera historia de ese gran y fiel perro. Pero me ha sido más fácil encontrar al versión de Richard Gere, así que, esa ha sido la que he introducido en mi mente.
La película se puede considerar, a grandes rasgos, un drama humano, en el que el protagonista no es un humano, es un perro. Los humanos aquí no importan (más que el co-protagonista, Richard Gere). Todo aquel que haya tenido un perro en su vida sabe cuán fieles pueden llegar a ser esos pequeños peludos. Ya desde su más tierna etapa de cachorro se convierten en algo indispensable en tu vida, en una parte de tu ser que te complementa, y te enseña lo que es el amor, la amistad y la fidelidad. Cómo ya dije al principios de éste Rincón, yo perdí el mío en Enero de 2010, pronto hará dos años ya, y no pasa un solo día que le eche en falta. Desde entonces, me he resistido a ver películas del tipo que acabo de ver, porqué me duelen en lo más profundo de mi alma… pero, aún así, algo me atrae a ellas, como si al verlas me volviera a sentir más unido y cercano a aquel viejo amigo que ya partió. En la película, Hachiko siente lo mismo, solo que él, en este caso, ha perdido a su humano, y cada día, a la misma hora, haga frío, lluvia, soleado, nublado, o lo que sea, vuelve a la estación de tren donde siempre le esperaba. Día tras día durante casi diez años. Al principio de la película ya sonríes levemente, hasta que la otra mitad de Hachiko desaparece del mundo, que es cuando empieza de verdad la gran historia de ese can; en ese preciso momento, y hasta que aparecen los créditos de cierre, la sonrisa leve se convierte en pasto de lágrimas. Puede que haya sido por la situación que me ha tocado vivir con los animales, es cierto, pero ha sido un auténtico gozo ver ésta historia. Aunque, posiblemente no vuelva a verla hasta que me sienta mejor con la falta de ese trozo de mi alma, ha sido un placer conocer a Hachiko.
Lo que más me ha gustado:
- La historia es tierna, tranquila, y blanca. Fiel, y sobretodo, basada en hechos reales.
- La interpretación de los perros que hacen de Hachiko, sublime.
- Desde que Hachiko se queda solo, hasta el final de la película, he encontrado que ha sido una larga sucesión de canción interpretada a piano, que me ha gustado muchísimo.
Lo que menos me ha gustado:
- Richard Gere hace un papel adecuado, y creo que plano. No es un fallo (que aquí el gran protagonista es el perro), pero es un punto que he encontrado algo flojo.
Trailer:
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